miércoles, 25 de enero de 2017

Reseña de “Más vegetales, menos animales”, de Julio Basulto y Juanjo Cáceres.







“Las pruebas científicas se empeñan hoy en apuntar de forma consistente que basar nuestra alimentación en alimentos de origen vegetal es una de las claves para la prevención de la mayoría de enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición que afectan a nuestra población.” 

Las anteriores palabras contenidas en el prólogo de Eduard Baladía para el último libro de Julio Basulto y Juanjo Cáceres, Más vegetales, menos animales, son uno de los resúmenes más cortos posibles para esta auténtica joya de libro. El otro es el de los propios autores: más vegetales, menos animales y nada o casi nada de carnes procesadas y alimentos superfluos.  

Dado que lo que sabemos de un autor es también un criterio válido para decidir aventurarnos a leer un texto, y dado que en este caso el texto me parece imprescindible, no está de más contar que conocí a Julio Basulto en el año 2009,
con motivo de su intervención, en calidad de testigo-perito, en el proceso judicial que enfrentó a la mercantil Housdiet, S.L. (Naturhouse) contra la extinta AEDN (Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas) y su Presidente, en el que tuve la ocasión de intervenir profesionalmente. Recuerdo la sensación de sorpresa por la solvencia y la ecuanimidad de Julio, que permitieron aclarar muchas cuestiones de las que fueron objeto de aquel proceso. Magisterio concentrado, sin pretensiones. A lo largo de los años posteriores he podido confirmar que dichas solvencia y ecuanimidad son atributos permanentes en Julio, como en Juanjo, al que he tenido el gusto de conocer más recientemente. Proceden de la honradez y de una exigencia personal sin límites y se han ido acumulando con los años y la experiencia. No obstante, la admiración por los autores (1) de Más vegetales, menos animales no es lo que motiva esta reseña.

Desde nuestra perspectiva personal, Más vegetales, menos animales es un compendio de directrices en las que basar las decisiones de salud alimentaria, tanto en lo general, como en lo concreto: relación entre alimentación y causas de mortalidad evitables, lactancia materna, alcohol, azúcar, sal, alimentos superfluos en general, hidratación, carnes procesadas, pescados, suplementación, vegetales analizados minuciosamente, dieta vegetariana, etc., todo está tratado al detalle, con referencia a los estudios científicos más recientes y rigurosos, comenzando con un fantástico capítulo sobre “lo que hemos comido” y terminando con un breve repaso de los motivos no nutricionales. Y todo, a través de una formula amena y muy atractiva.         

Decimos “desde nuestra perspectiva” porque las decisiones en política alimentaria (e idealmente, las personales sobre alimentación) deben estar fundamentadas en criterios de salud; v.gr., según se establece en el artículo 3 de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública: “Las actuaciones de salud pública tendrán en cuenta las políticas de carácter no sanitario que influyen en la salud de la población, promoviendo las que favorezcan los entornos saludables y disuadiendo, en su caso, de aquellas que supongan riesgos para la salud. Asimismo, las políticas públicas que incidan sobre la salud valorarán esta circunstancia conciliando sus objetivos con la protección y mejora de la salud.” Y lo que es saludable, en alimentación (y en el resto de ámbitos) ha de ser, a su vez, determinado con base en la evidencia: así se establece en el Reglamento (CE) número 178/2002 (2), que es la norma básica en la que se sustentan los principios sobre los que se construye la normativa alimentaria de la UE. La referencia al fundamento científico de las decisiones es omnipresente en la norma. En resumen (“considerando” número 9): “Es necesario consolidar la confianza (…) en el proceso de decisión en el que se basa la legislación alimentaria y en su fundamento científico…”. A la misma conclusión se llega con la Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición, que es la norma básica en España. En el Apartado VII del preámbulo se dice: “En línea con la legislación alimentaria europea, se reconoce la importancia de que todas las disposiciones y actuaciones en materia de seguridad alimentaria, así como en el campo de la nutrición, deberán estar fundamentadas en el conocimiento científico, a fin de evitar la arbitrariedad de los poderes públicos”.
El libro de Julio Basulto y Juanjo Cáceres está repleto de evidencia bien contada: es un regalo. Lo es para el lector interesado en encontrar una guía amena y realmente muy completa de alimentación (y vida) saludable, despejar dudas muy comunes y desmontar mitos, y lo es también para los encargados de fijar la evolución de las políticas públicas y de la normativa en el ámbito de la alimentación. No sólo para incrementar los niveles de consecución de los objetivos de salud pública, sino para reducir además, de su mano, el gasto público asociado a las actuales epidemias de enfermedades no transmisibles imputables a la mala alimentación y al estilo de vida, una lacra evitable. Sin duda, un libro 100% recomendable. 




(1) Julio Basulto es dietista-nutricionista con una larga y brillante trayectoria como docente y divulgador. Fue miembro del Grupo de revisión, estudio y posicionamiento científico de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN). Publica artículos en diversos medios de prestigio y colabora en la actualidad en el programa Gente Despierta, de Radio Nacional. Juanjo Cáceres es doctor en historia, con una igualmente admirable trayectoria en la que ha desarrollado su labor especialmente en el ámbito de la  investigación social e histórica, tanto básica como aplicada, y la docencia. Se ha especializado de manera significada en cuestiones relacionadas con la alimentación, el consumo y el deporte. Ambos han publicado varios libros, juntos y por separado.

(2)  R. del Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de enero de 2002 por el que se establecen los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad alimentaria

1 comentario:

  1. Es precioso ojalá y tengamos todos los seres humanos el mismo ensamiento.
    Enhorabuena seguid así.Saludos

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